La crisis medioambiental, social y económica está
generando movimientos hasta hace poco inusitados. Los movimientos ecologistas,
que en un principio asomaron tímidamente la cabeza en el terreno político, poco
a poco se están introduciendo con fuerza en todos los ámbitos sociales. Sus
propuestas son globalizadoras como lo son los problemas que acechan al planeta,
y ofrecen una visión humanizada tanto para el ser humano como para la sociedad
y la economía.
En zonas como América Latina se dan todas las
circunstancias para que los partidos políticos verdes tengan cada día mayor
peso y convenzan a las poblaciones que sufren de pobreza y del menoscabo de sus
recursos por parte de los países del Norte. Lo vimos el pasado año en Colombia
donde el Partido Verde llegó a la segunda vuelta de las presidenciales, y en
Brasil, el Partido Verde, encabezado por Marina Silva, se convirtió en la
tercera fuerza política.
América Impulsa la Conciencia Verde
Constituida
en Ciudad de México, en 1997, la Federación de Partidos Verdes de las Américas
(FPVA) reúne en torno suyo a los partidos políticos de corte ecologista del
continente y alienta la creación de este movimiento en todos sus países. La
Federación participa activamente en el movimiento Global Verde, conformado por
todos los Partidos Verdes Ecologistas del mundo, agrupados en las Federaciones
de África, América, Asia-Pacífico y Europa.
En Europa,
el Partido Verde Europeo integra a todos los partidos verdes de Europa y tienen
un espacio político real. Mientras que en Australia, el movimiento verde está
instalado sólidamente y posee representación política en las instituciones
desde hace tiempo.
Florent
Marcellesi (Angers, Francia, 1979) es uno de los precursores de la conciencia
verde en Europa. El político e investigador francés se inició en la
organización juvenil de Los Verdes franceses, en donde fue secretario federal y
candidato en las elecciones europeas de 2004 en la lista de Les Verts,
enmarcado dentro del Partido Verde Europeo.
Cabeza de
lista de Los Verdes a las municipales en la ciudad norteña española de Bilbao
en 2007, se convirtió en secretario internacional de Los Verdes españoles desde
donde se encarga de las relaciones con el Partido Verde Europeo. En 2008,
representa el movimiento verde español en el II Congreso de Los Verdes
Mundiales. Ha sido coportavoz de Berdeak-Los Verdes del País Vasco, de la
Coordinadora Verde, y en la actualidad es miembro de la Comisión Promotora de
Equo.
Durante el
Foro Social Mundial 2008, en Nairobi, Kenia, Marcellesi participó en la
fundación de la red de los Jóvenes Verdes mundiales y explica a
Efe-reportajes cuáles son las características comunes a este movimiento
ecológico mundial.
“Los fundamentos de un partido verde tienen su
base en torno a las crisis ecológicas. Todas las actividades de la sociedad
humana tienen una relación intima con la naturaleza, entendiendo que hay
límites ecológicos en el planeta. Así, los tres pilares básicos de un
partido verde son la justicia social y ambiental a la vez, en el Norte y en el
Sur, y además lo plantea de forma intergeneracional, es decir, teniendo en
cuenta las generaciones presentes y futuras”.
Crecimiento Económico Infinito en un Mundo Finito
Como dijo
el economista ecológico Kennet Boulding (Inglaterra, 1910-1993): ‘Cualquier
persona que piense que un crecimiento económico infinito es posible en un
planeta finito o bien es un loco, o bien es un economista’.
El político
Marcellesi subraya que: “en la actualidad seguimos planteando la misma
disyuntiva que Boulding. Este modo de crecimiento infinito no se adapta a un
planeta que tiene una capacidad de absorción y unos recursos naturales
limitados. Ya estamos llegando al techo del petróleo, si no lo hemos superado
ya y, por otro lado, la atmósfera ya no puede aceptar más CO2 del que estamos
emitiendo”.
Los límites
de los recursos nos obligan a generar nuevas formas de consumo, como apunta
Marcellesi: “Tenemos que volver a enmarcar todas las actividades
socioeconómicas dentro de estos límites. Ese es el reto que tenemos, porque la
sociedad del bienestar está basada en el crecimiento ilimitado, además de la
explotación del espacio ambiental y los recursos del Sur, sin los cuales, en la
actualidad, no podría vivir el centro formado por América del Norte, Europa y
Australia. Desde cualquier movimiento ecologista proponemos la transformación
ecológica, social y democrática de la sociedad”.
Las
emisiones de gases altamente contaminantes, así como los vertidos al océano
Pacífico tras la explosión de la central nuclear de Fukushima traspasaron
fronteras y degeneró en una crisis a nivel internacional. La tala de árboles en
Amazonía, la contaminación de los ríos y océanos o las migraciones ambientales,
afectan al planeta en general y a todos nosotros como seres vivos.
Por ello,
como aclara Marcellesi, “el movimiento verde se define no como internacional
sino transnacional, porque pensamos que la crisis ecológica lleva consigo el
fin de las fronteras. Ya no podemos pensar en los conflictos socio ecológicos
sin pensar que tenemos que ir más allá de los propios países. Lo que tenemos
son integraciones de lo global a lo local y viceversa por lo que, además de
pensar en global, hay que actuar de forma global”.
“Cambiar antes de que llegue la catástrofe”
En las
últimas décadas, la evolución de los movimientos ecologistas ha ido creciendo
de la misma manera que lo ha hecho la conciencia de la sociedad sobre los
problemas medioambientales, que revelan los desmanes infringidos por el ser
humano al planeta.
La primera
reunión mundial de los verdes fue en 1992, aprovechando la Cumbre de Río de
Janeiro (Brasil), sin embargo, un paso más importante fue en 2001, cuando se
aprobó en Australia la Carta de Canberra, donde se exponen las bases que
comparten todos los movimientos verdes que se definen ‘de ecología política’.
“A partir de ahí, se está construyendo una
ideología a nivel mundial, aunque esto resulte muy complicado porque hay
diferencias culturales muy fuertes entre América Latina, África o la India”,
señala el político.
“El ser humano solo no puede cambiar nada,
pero con más seres humanos en sociedad y en momentos críticos, sí puede
modificar muchas cosas. Somos actores de la historia y a veces nos olvidamos de
eso, aunque no va a ser fácil porque siempre te encuentras con gente que no
quiere el cambio. ¿Quién hubiera dicho hace cinco meses que íbamos a ver una
revolución en Egipto y Túnez?, o el nacimiento del movimiento 15M
-”indignados-, iniciado en España”, subraya Florent Marcellesi.
“Hay dos teorías en ecologismo: la de las
catástrofes, es decir que sólo si llega una catástrofe la gente va a cambiar; y
la de que tenemos que cambiar antes de llegar a la catástrofe porque, si no,
habremos llegado demasiado tarde”, añade el político.
“Pero la
historia demuestra que en situaciones de desastres y crisis económicas no se
produce el auge de movimientos progresistas, sino de movimientos de extrema
derecha. Es lo que está pasando ahora mismo en Europa, que está creciendo la
xenofobia y el racismo. Culpar a los demás, a los inmigrantes, de la situación
de crisis es lo más simple. Por otro lado, los verdes representan la
esperanza. Tenemos que hacer todo lo posible para salir por las buenas de la
crisis, proponiendo alternativas positivas e ilusión”, concluye Florent
Marcellesi.
Entrevista
a Florent Marcellesi. Realizada
por Isabel Martínez Pita/EFE-Reportajes para América Latina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario