lunes, 31 de octubre de 2011

Editorial Octubre 2011: Ecología Cuentas Claras ¡ÚNETE! ¡Contamos Contigo!

    “Los ecosistemas y los equilibrios que predominen no resultarán  de la restauración de un equilibrio natural, sino de una elección que a su vez resultará de colisiones argumentativas y, no siempre por último, de decisiones políticas.” (Mires, 1990).


   En el transcurso del tiempo, el discurso político se ha ido adaptando a las necesidades o dificultades que, en determinado momento, un pueblo pueda tener. Cuando hay inseguridad, el discurso político es la seguridad; cuando hay desempleo, el discurso político es el trabajo; cuando hay crisis, el discurso es el cambio; no sólo es el discurso sino también la bandera política que partidos e independientes de las “derechas” o las “izquierdas” abrazan furiosamente.

     Basta con observar las últimas décadas de nuestra historia, para observar como el mundo está cambiando físicamente, algo que han llamado “cambio climático” y sus consecuencias: el derretimiento de los polos, la extinción de las especies, el aumento de la temperatura, por nombrar algunas. Desde que políticos como Al Gore, comenzaron a hablar del “Medio Ambiente”, esto pues resultó pues atractivo para las masas, y pues inmediatamente se hizo casi obligatorio que los políticos hablen de ello y mientras se aprendan sus discursos, se afeitan con la llave del agua abierta, esperan que el agua de la ducha se caliente, con el aire acondicionado de su habitación prendido. Realmente para ellos, hablar del ambiente es viable, hasta el más industrialista de ellos lo tendrá en su agenda.

     Lo que en algún momento fueron ideas radicales, revolucionarias e izquierdistas; hoy no hay programa electoral que no contemple proyectos ecológicos, así los políticos no tengan ni la más mínima idea de lo que están hablando. El grave daño que la acción humana le ha hecho al ambiente es tal que sabemos que la ecología ya no es el otrora discurso de selectas organizaciones como el Club de Roma, sino que es la manera en que el ser humano se deberá orientar para alcanzar un estancia prolongada en este planeta; ya no son solo palabras excéntricas y términos extraños, sino que existe una verdaderamente preocupación mundial por el destino final del ser humano. ¿Tenemos la capacidad de aceptar nuestros errores, de saber interactuar con nuestro ambiente y, más allá, de reparar lo que hemos hecho, todo sea por el planeta y las especies que en este hacen vida?.

     Ya hemos esperado demasiado y no hemos encontrado soluciones, entonces únete a nosotros, luchemos juntos y entremos en la vanguardia de la revolución política y ecologista. Tal vez en el siglo XX encasillaban las ideas como derechistas, izquierdistas, socialistas, comunistas, socialdemócratas; pero tal parece que el siglo vino y se fue y estas ideas no lograron redimir lo humano y, mientras unas le tiraban piedras a las otras, se profundizó la crisis social, económica, cultural y ambiental. “Si la ecología fuera un discurso solo podrían hablar de ecología los ecólogos”, pero la ecología es un discurso transversal, que supone un programa de transformación económica, social, política y cultural.

     Seguir creyendo que en verdad existe un crecimiento económico es algo absurdo, decía una persona hace mucho “Es imposible un crecimiento exponencial indefinido en un medio ambiente que es finito”. Podremos transformar los recursos naturales en productos y obtener dinero por estos, pero mientras más consumimos más destruimos, y la materia no se crea solo se transforma; por muy grande que sea nuestra Tierra algún día alcanzaremos los límites y a este ritmo los alcanzaremos muy pronto. ¿Hasta cuándo esperaremos?, o como dice genialmente un afiche del movimiento ecologista: “El día en que no quede ningún árbol y ningún río, descubriremos que el dinero no se puede comer”. Tal vez el camino sea largo y difícil pero debemos salir y dirigirnos a los venezolanos con un discurso nuevo y fresco, para construir juntos una sociedad autosustentable y comprometida con el cuidado de las otras especies.

    ¿Pero qué podemos hacer jóvenes como nosotros ante una tarea que demanda cambios mundiales? Una vez dijo alguien que “todo lo que hagamos es insignificante, pero es importante que lo hagamos”. Amigo, hermano, nosotros creemos en ese mundo mejor, sano y donde todos quepamos, y queremos convertir ese sueño en realidad y compartirlo contigo, pero queremos que tú también participes en la construcción de esa sociedad. Lo único que te podemos decir es que todavía hay tiempo de rectificar, no perdamos ni un segundo más. Contamos contigo. Cuentas Claras es Ecología. Cuenta Claras soy yo. Cuenta Claras eres tú. Cuentas Claras somos todos.

Editorial Octubre, 2011

No hay comentarios: